domingo, 13 de noviembre de 2011
La Democracia Ha Muerto, Viva La Democracia
Es curioso como resultamos ser, al final, observadores de secuencias, de procesos y de tiempo. Como después de tanta lucha, esfuerzos y sin sabores, seguimos siendo simples actores secundarios de una historia escrita por y para aquellos que a su antojo dirigen sus negocios con el objetivo de acrecentar más y más el poder que siempre han tenido. Parece que la historia no dejará de ser un "cambiar las cosas para que todo permanezca igual" en el que, ya sean señores feudales, monarcas absolutistas, dictadores, nobles o grandes magnates han ido manejando a los ayer siervos, hoy ciudadanos en favor de sus intereses personalistas. Hoy asistimos como si tal cosa a un hecho que, a mí personalmente, me entristece y me indigna a partes iguales. Curiosamente en dos de los territorios más antiguos de Europa, cuna de lo que para bien o para mal, ha sido lo que hoy somos, como cultura occidental, de sistemas como la república o la democracia, e independientemente de la opinión que me merezcan los líderes políticos que han gobernado últimamente estos países, la opinión del pueblo, su soberanía, su voluntad, expresada en las urnas ha sido ultrajada sin reparo, produciéndose un auténtico golpe de estado de los manidos mercados imponiendo a sus habitantes un gobierno de gente que no ha sido elegida por ellos. Lo que hace poco era propio de militares antipatriotas, hoy lo ejecutan Godman Sachs y compañía. La Democracia ha muerto. Esto debería hacernos despertar de verdad de una vez. La Democracia debe renacer pero con nuevas formas y nuevas fuerzas. Debe volver a tener valor. Quizás un valor que nunca ha llegado a tener. Está en nuestras manos. Porque nuestras vidas son nuestras y tenemos el derecho a dirigirlas. Y tenemos el derecho a ser dirigidos por aquellos que nosotros elijamos y de la manera que nosotros decidamos. Por ello considero que además de las corrientes de opinión, o las acciones en la calle, es imprescindible que ejerzamos nuestro derecho electoral de una forma responsable, apostando por gente nueva, que promueva la horizontalidad, la participación, que consulte con los ciudadanos los asuntos que tienen que ver con las cosas importantes de la vida. Gente que no nos haya fallado. Si pensamos en el todos son iguales, estaremos pensando en el todos somos iguales y yo me niego a creer que soy igual que ellos. Pongamos límites, controles al poder. Pero decidamos de manera positiva, votando. Ahora mismo, es de los pocos derechos que nos igualan a ricos o pobres, a monarcas y parados. No lo tiremos a la basura. No creamos en lo que ha habido hasta ahora. Creamos en nosotros. Tenemos en nuestra mano regenerar la Democracia. Cierto, la Democracia ha muerto, pero, ¡viva la Democracia!
jueves, 3 de noviembre de 2011
Órdago A La Griega
¡Órdago a la Griega!, gritó el señor Papandreu mientras jugaba al mus sobre el tablero de Europa. Mientras tanto y al oír el arrebato, al tándem mesiánico, Merkel-Sarkozy, le temblaron las piernas y el sudor les resbaló sobre sus sienes pensando en la que se les venía encima. ¿Sería verdad lo que decía aquel vago y vividor habitante de las tierras del sur, o sería una bravuconada propia de aquellas latitudes? ¡Cómo se le podía ocurrir darle voz al pueblo! ¿No había quedado claro que eso de la Democracia había dejado de ser el gobierno del pueblo (si es que alguna vez lo fue) para convertirse en una oligarquía en donde a los ciudadanos se les permitía elegir a la élite que quería les gobernase una temporada y éstos lo harían en función de sus supremos intereses? Sin embargo a mí, llámenme ustedes romántico o inconsciente, me gusta la idea del suicidio colectivo en forma de Referéndum. Cuando a una sociedad como a la griega, se les da a elegir entre el caos o el caos, la elección es sencilla. Hasta ahora, en un problema de endeudamiento como el actual, sólo pagaban las consecuencias del despilfarro los más débiles, los endeudados. Toca ahora que los que repartían dinero a diestro y siniestro, multiplicando beneficios a la par que riesgo de impago asuman la parte que les corresponda. Está claro que las políticas de austeridad a las que nos obligan las hordas franco-germanas no están dando ningún resultado, salvo el negativo para el conjunto de la población. En España llegamos a sobrepasar los 4.300.000 parados. Cuando éstos con sus respectivas familias dejen de cobrar los subsidios por que se hayan agotado no van a esperar a que les llueva el maná del cielo. Que se abarate el despido no va hacer que los empresarios contraten a más gente, sino que van a permitir que éstos despidan a más trabajadores. La inmensa mayoría de los contratos de trabajo que se firman en la actualidad son temporales. ¡Vaya sorpresa! Qué empresario va a hacer indefinido a un trabajador si le puede hacer contratos temporales indefinidamente y no renovarle cuando lo considere oportuno. En fin, el órdago griego, quizás quede en nada pero lo que sí ha dejado suficientemente claro es el miedo que demuestran nuestros dirigentes a que el Pueblo pueda decidir sobre los asuntos que afectan directamente a su propia vida, sobre cómo se quiere vivir o morir. Y por supuesto la imperiosa necesidad de que el Gobierno sea devuelto al Pueblo soberano, que en nuestras sociedades, suele ser mayorcito y bastante más responsable de lo que se creen nuestros Señores Feudales. Así que en citas como en las del 20 N tenemos todos, no sólo la oportunidad sino la responsabilidad de no permitir que aquellas fuerzas políticas que han permitido que llegásemos a esta situación mantengan sus posiciones de privilegio, posibilitando con sus políticas de injusticia social, el crecimiento de la brecha entre ricos y pobres y confiar en aquellas nuevas opciones formadas por ciudadanos que pretenden un cambio de sistema social, que abarcan medidas más allá de la simple toma de decisiones puntuales, y que tienden a una más profunda transformación, incluso moral, de nuestra sociedad.
domingo, 23 de octubre de 2011
Felicidades Euskadi. Felicidades España
Lo primero que sentí cuando me dieron la noticia de la decisión de ETA de no volver a atentar, fue una inmensa alegría, de esas que te suben de las tripas a la garganta y se termina instalando en los ojos en forma de húmedo e intenso sentimiento. En mi cabeza pasaban imágenes del Hipercor, de Vallecas, de Irene Villa, de una tarde soleada de domingo pendientes del transistor y la rabia apenas contenida por el asesinato de Miguel Ángel. Toda una vida de capuchas y serpientes, de pistolas y de vidas arrancadas a jirones de los brazos de gente que las amaba. Ni una sola de esas muertes ha servido para nada. Pero, a pesar de la tragedia sufrida, hoy, mañana, esperemos que siempre, se nos abre un futuro sin sangre, de palabras sin balas. Se nos abre un tiempo de diálogo duro, de negociaciones en las que los vencidos deberán asumir su condición y las víctimas tendrán la obligación de ser generosas. Porque la política, la democracia y el Estado de Derecho son las únicas vías para tratar los conflictos. A los demócratas nos tocará volver a tragar sapos y culebras, igual que en la transición admitimos que los que habían mantenido vivo el franquismo se integraran en una sociedad que ellos mismos habían oprimido. Habrá tiempo para ello. Pero ahora, felicidades ciudadanos de Euskadi por poder ejercer vuestro derecho a salir a la calle sin miedo a perder la vida. Felicidades ciudadanos de Euskadi porque, a partir de ahora, podréis decidir vuestro futuro sin la rémora sangrienta de la irracionalidad terrorista. Felicidades España porque a partir de ahora, quizás empecemos a descubrir una tierra y una gente valiente y sufridora que había sido obligada a vivir de cara a la pared, con los ojos vendados y el temor a perder la vida por la ira fascista de quien obliga al pensamiento único.
jueves, 6 de octubre de 2011
La Revolución Que Vendrá
Mientras en Grecia sigue hirviendo la calle con la ebullición de miles de personas asfixiadas por las inmisericordes medidas tomadas por su Gobierno a las ordenes de Freuland Merkel y sus bancos y banqueros, mientras en Manhattan el asfalto se puebla cada vez más de jóvenes y no tan jóvenes tan indignados como los de este lado del charco, agolpando sus miserias a las puertas de Wall Street, mientras en España, profesores, sanitarios, parados, estudiantes, desahuciados, desheredados y gente de mal vivir (según parece, a la vista de alguna Aguirre o Cospedal de bien vivir y mejor vestir) andan por las calles denunciando recortes y apreturas, mientras, anda Dexia al borde de la quiebra poniendo más allá de un ataque de nervios a Sarkozy y sus vecinos. Mientras aquí, en el país de los toros, el fútbol, las estebanes y matamoros, de las duquesas grandes de las Españas y demás condados y ducados y otros excelsos títulos, que más grande no la hay, que andan de boda en boda, de jarana en jarana, aquí, mientras tanto, aquellos a los que todos, con nuestras escaseces, con nuestras apreturas, nuestras solidaridades, nuestro amor a la patria y demás patrañas y fantochadas con las que se esconde la inefable realidad de que al rico lo que es del rico y…. lo que es del pobre y a este, pan y cebolla, mientras, aquellos a los que prestamos nuestros dineros para que se pudieran reflotar, y no produjeran con su hundimiento un tsunami tal que perdiéramos, para siempre, el horizonte de la tierra conocida, van ahora y se ríen a nuestra cara ante nuestra atónita mirada de perrillos vagabundos anhelantes de su caricia y beneplácito. Y es que, mientras los pequeños empresarios y los autónomos no ven la forma de conseguir créditos para mantener a flote sus negocios, los particulares ven como pierden sus viviendas y con ello, lo que es más grave, su dignidad, su vida, los señores José Luis Pego, Gregorio Gorriarán y Javier García Paredes, ex directivos de Nova Caixagalicia, se reparten más de 23 millones de euros, por los servicios prestados. Desde el punto y hora que a esa entidad se la intentó reflotar con dinero público, este dinero o parte, es dinero aportado por todos. No entro en la legalidad o no. Hablo de la cara dura, de la desvergüenza. Hablo de lo fácil que es promover una ley para acabar con los derechos laborales por los que se ha peleado durante décadas, y lo difícil que parece ser el poner en su sitio a algún sin escrúpulos de los que pululan entre los cubos de basura producidos por la crisis para sacar partido impunemente de la carroña. Hablo de la necesidad absolutamente imperiosa e inexcusable de cambiar el sistema. De redistribuir la riqueza, ya. De que prevalezca la justicia social ante los supuestos derechos económicos de quienes se están forrando a través de fórmulas improductivas y absolutamente especulativas. No sé si es legal o no lo de estos tipos. Me da igual. Que cambien la ley y la hagan retroactiva. No es de recibo que, mientras a unos se las traiga al pairo el hacer bien un trabajo, mientras se forren por ello, otros pierdan sus hogares por la avaricia y la usura de aquellos. Basta ya de mirar para otro lado, de políticos que dirigen su dedo acusador a uno o a otro lado. Queremos acciones y las queremos ya. Porque puede llegar un día que no tengamos ya nada que perder y ese día en vez de reformas, pediremos revolución.
lunes, 26 de septiembre de 2011
Un Frente Popular
Qué manía con que la izquierda tenga que ir de la mano a todas partes, únicamente para poder enfrentarse electoralmente al lobo de la derecha y así lograr mejores réditos electorales. Partimos de la base de que por izquierda nos referimos a aquellos cuyos valores y principios propugnan el progresismo y la igualdad social como piedra angular de su ideario vital. Sin embargo, los mecanismos por los que conseguir esos objetivos o, incluso, las propias bases donde instalar el sistema resultante, son diametralmente opuestos en muchos casos. Se aboga desde muchos sectores de la propia izquierda porque la unión hace la fuerza (electoral). Pero yo me pregunto si es correcto forzar una amalgama de socialistas, socialdemócratas, comunistas, anarquistas, ecologistas para contrarrestar en las urnas las oscuras fuerzas de la derecha demoníaca. Históricamente estas iniciativas han acabado peor que el rosario de la aurora. Los seguidores de los partidos tradicionales han visto como un agravio el hecho de que unos recién llegados como Equo rechacen la oferta de IU de formar una gran formación electoral capaz de hacer frente en las urnas a las huestes neoliberales del señor Rajoy y compañía. Y sinceramente, si mi apoyo actual es para esta nueva opción es por lo de nuevo y renovador considero que tiene. De qué me vale que se presente su nombre ligado al de una coalición que, independientemente del valor o no de sus ideas o de sus formas, está claro, no ha sabido llegar a trasladarlas de una manera eficaz sobre los ciudadanos. Si a muchas personas en este país les preguntas por un nombre de algún ex político que se haya significado por su competencia y honradez, seguramente muchos se acordarán de Julio Anguita. Sin embargo, el techo electoral de IU fue fijado en las épocas del Califa y desde entonces, gravados por el injusto sistema electoral, eso sí, IU ha sido para muchos esa balsa donde depositar el voto cuando acababas hasta las narices de las políticas liberales del PSOE. Esto no significa que no se puedan alcanzar acuerdos concretos, incluso electorales, con determinadas fuerzas como Compromís, pero basadas en cuestiones más concretas.
En todo caso creo que este momento es el de apostar por mirar hacia delante y optar por formaciones que, como Equo, no están basadas en dogmas decimonónicos y que plantean soluciones fijándose en problemas actuales. No debemos tener miedo a votar en conciencia, porque el voto práctico nos ha llevado a que definitivamente el PSOE quede deslegitimado como representante de los obreros (tomado en el más amplio sentido, incluso más allá del verdadero significado de la palabra) al apostar por una política liberar que simplemente en matices se diferencia de la del PP y el voto de castigo a acercarnos a ideologías encorsetadas en épocas pasadas.
La izquierda tiene que renovarse tanto ideológicamente como formalmente y Equo es esa opción por la que se debe apostar. Por nueva, por fresca, por limpia.
Si en vez de aferrarnos a sentimientos de apego a determinadas siglas que han agotado su tiempo, ponemos nuestro granito de arena en forma de sufragio, sin pensar en lo que votarán los demás y dejándonos llevar sólo por nuestras conciencias, quizás el 20 N el resultado sea una sorpresa para algunos.
sábado, 24 de septiembre de 2011
Hablan de tí, la cosa va bien
Hace unos días Equo elegía en unas primarias en las que cualquier ciudadano podía participar, a la persona que será cabeza de lista por Madrid y por tanto, a Presidente del Gobierno, Juantxo López de Uralde. Posteriormente, en las demás provincias, se inició el proceso electoral de los miembros de las mesas coordinadoras electorales, encargadas de gestionar la elección de sus candidatos provinciales. Y en este proceso, exactamente igual, puede participar cualquier ciudadano que lo desee, con el único requisito de inscribirse, previamente en su comunidad virtual, equomunidad.org. Sencillamente, es un ejercicio sano y democrático del que da gusto participar. Alejado de cualquier corsé al que someten las mastodónticas estructuras de los partidos tradicionales, Equo, al más puro estilo asambleario y utilizando las últimas tecnologías, se apunta al carro de la Democracia con mayúsculas. No sólo para la elección de los miembros de sus recién nacidos cargos, sino para, incluso, la redacción de lo que terminará siendo el programa electoral del futuro partido. Evidentemente existe una base ideológica sobre la que se construye el proyecto y que se encuentra sostenida en su manifiesto, pero en los diferentes puntos concretos de política medioambiental, económica o de principios democráticos, son los participantes en esta comunidad los que introducen sus propuestas, puntos de vista, comentarios y votan lo que posteriormente formará parte de este ideario. Por tanto, Equo demuestra estar, en este sentido, comprometida en lo que se refiere al cambio de formas haciendo posible y real una participación más directa de los ciudadanos en las decisiones de partido. La cosa va bien, pero esto está empezando y desde luego estaremos atentos a los acontecimientos. Y vigilantes para que esto no se tuerza.
Por otra parte, desde que se tomó la decisión desde la formación que algunos medios califican como ecosocialista, de no participar en coalición en las próximas elecciones con IU, empezaron a caer palos desde los pocos medios de comunicación de izquierda que siguen subsistiendo tratando de ningunear a este futuro partido político o acusándolo de ser submarino del PSOE o de la muerte de Manolote, por no haber conseguido abolir los toros todavía. Esto es palpable en muchos de los comentarios que surgen a las noticias que publican en las versiones digitales de estos diarios.
El hecho de no participar coaligados con IU me parece un gran acierto. Equo nace para cubrir la insatisfacción de muchos de los que no nos sentíamos ya identificados con las propuestas de los partidos tradicionales. Para los que participar nuevamente con su voto de la patética situación en la que actualmente deambula el PSOE era, sencillamente inconcebible y la opción de IU no terminaba de cuajar por considerarla una opción de izquierda demasiado apegada a viejos valores. Creo que, por lo menos para mí, llegó un momento en que decidí dar mi confianza a quien más se acercara a los planteamientos vitales que me preocupan, olvidándome del rédito electoral y de lo práctica o no que pudiese resultar esa decisión. Es una cuestión de conciencia. Ha llegado el momento de cambiar los nombres, las caras, las formas y revitalizar las ideas que busquen soluciones a los problemas y necesidades reales de los ciudadanos, en una situación global que exige cambios en los modelos productivos y sociales vigentes.
Criticamos el sistema bipartidista y queremos formar un Frente Popular de izquierdas para enfrentarnos a las Derechas Unidas que siga bipolarizando el panorama político. Sinceramente, yo prefiero la pluralidad de ideas y, por tanto de fuerzas políticas, que representen las diferentes formas de ver la vida, y, por ello, apuesto por un Equo independiente en este sentido. Lo que es imprescindible es la reforma de la Ley Electoral para que en el Parlamento se escuche el mayor número de voces posibles.
Pero esa es harina de otro costal.jueves, 15 de septiembre de 2011
Equo, sí
Hoy asistiremos en el Parlamento español a otra muestra del desprecio que tienen los actuales gobernantes hacia los ciudadanos de este país y sus derechos laborales. Hoy comenzamos a vislumbrar el final de los contratos indefinidos y por ende de la indemnización por despido. Sin considerarme ningún oráculo, he de decir, que ya lo advertí en anteriores artículos. Lo mismo que asuntos como el de ligar los salarios a la productividad, que también está al llegar. En lo que es el tema que en este día nos atañe, defiendo que es el fin del contrato indefinido porque la legislación que se aprobará, con el beneplácito de todos esos señores que nos piden apretarnos el cinturón a aquellos que no tenemos más que nuestro trabajo para poder llegar a fin de mes, cuando ellos en general tienen una posición económica más que desahogada, permitirá encadenar indefinidamente contratos temporales. Por tanto, ¿qué empresario, a partir de este momento va a formalizar un contrato indefinido, cuando de lo que se quejan realmente es de la rigidez, según ellos, de un contrato que no les permite echar a la calle al empleado cuando se les antoje y sin tener que poner un duro? Pues ninguno, claro. Continuemos con las dotes de adivino, que parece que poseo. Si en las próximas elecciones gana el PP, ¿alguno no ve claro que el próximo paso en este sentido será rebajar al máximo la indemnización por despido o incluso eliminarla?. Veremos. En todo caso, a partir de este momento, sólo tendríamos indemnización los que, por suerte, tenemos un contrato indefinido en la actualidad, puesto que a partir de ya, el despido será libre para todos aquellos empleados que pasarán a ser temporales en su totalidad. Es decir que "por lo bajini" se han cargado la indeminzación por despido, además del contrato indefinido ante nuestras caras de pasmaos.
Por otra parte, me encuentro en la prensa con una noticia, que sinceramente, es de las que notas como un puñetazo en la entrepierna mientras oyes las burlas de quien te la propina. Se trata de que el grupo de Zara, que se ha lanzado a vender por Internet, fija su domicilio, para este negocio, en Irlanda. De manera que en vez de pagar impuestos aquí lo hará allí. Y uno piensa: ya está bien de tomarnos el pelo. Estos señores que se reúnen con el Presidente del Gobierno, para ver qué medidas tomar para salir de la crisis, que se lanzan, alegremente a exigir ajustes para que sus empresas sigan ganando dinero, ajustes que siempre son para las clases trabajadoras y nunca para las grandes fortunas. ¡¡Lo que cuesta hacer un impuesto para que paguen más estos privilegiados!!.
Desde un punto de vista legal, por supuesto, nada que objetar. El problema está en la base, en la ley que lo permite. Es absolutamente inmoral y una burla a todos los españoles. Pero es sólo un ejemplo de lo que es la clase empresarial en general.
Por este tipo de cosas es por las que considero que nuestro país en particular, pero el mundo en general, precisa de un cambio de sistema que lo haga más razonable y justo.
Céntrandome en nuestro Estado, considero indispensable que el binomio formado por PP y PSOE deben ser revocados del poder lo antes posible y si fuera posible en las próximas generales del 20 N, pues mejor.
Desde antes de la fecha clave del 15M y por supuesto posteriormente he sentido un despertar de mi conciencia personal y una necesidad por interesarme por temas político-sociales que hasta este momento tenía dormidos. El caso es que desde los primero momentos en que el Movimiento 15M se lanzó a realizar acciones me he mantenido en contacto a través de las redes sociales, informándome de sus iniciativas y reivindicaciones y al mismo tiempo, dejando constancia de mis puntos de vista. Entre estos, siempre he defendido la necesidad práctica de que, por lo menos en los puntos en los que la mayoría estamos de acuerdo, fueran defendidos y tratados de llevar a cabo a través de la creación de un partido político formado con la base de ese Movimiento o bien que hubiera una apuesta clara para apoyar a una formación que abanderase un cambio tan necesario como imprescindible.
Ante la falta de interés de DRY, agrupación básica dentro del Movimiento 15 M de apostar por alguna de esas fórmulas, me dediqué a buscar una formación en la que poder depositar mi confianza de cara a las próximas elecciones. Y en esto encontré a Equo.
Para el que no lo conozca es, hasta ahora una fundación, de corte ecologista, que pretende convertirse en partido político ya y que para ello empieza demostrando un carácter democrático imposible de encontrar en los partidos tradicionales.
Hace unas semanas supe que había una asamblea de Equo en Santiago de Compostela y decidí acudir para conocer un poco más de esta formación. Mi sorpresa fue, que no me encontré en una reunión en la que vendieran su partido, sino directamente en una asamblea en la que, sin formar parte oficialmente de ella, participaba con mi voto en la toma de decisiones sobre determinados aspectos encaminados a la transformación de la fundación en partido político y la manera de constituirse, entre otros aspectos. Este hecho me hizo ver que, de entrada, es una formación abierta a la participación democrática de los ciudadanos.
Recientemente ha iniciado un proceso de primarias en el que se eligen tanto a los cabezas de cartel a nivel estatal, como a los proviniciales. Pues bien, siguiendo este espíritu democrático, simplemente con haberme apuntado en una web, equomunidad le llaman, también he podido participar en la decisión de elegir quien considero debe ser la persona idonea para encabezar el proyecto. Y repito, sin formar parte oficialmente como socio, simplemente como simpatizante o ciudadano interesado.
Creo que de entrada, es un ejemplo de hacer las cosas de otra manera. Y yo que andaba buscando una nueva formación que me ilusionara, pienso que ésta puede ser una opción válida para llevar a cabo una nueva política, basada en conceptos nuevos, con una idea de la participación más amplia, que va mucho más allá de las estructuras rígidas de los partidos tradicionales.
¿Qué programa electoral presentarán? Pues, eso lo están debatiendo entre los participantes en los debates de dicha equomunidad. Al estilo de las asambleas de calle, pero a través de Internet. La gente se apunta a esta equomunidad y expone y debate y contradebate sus ideas. Y con ellas se confeccionará el programa.
Esto no significa que no tengan una ideología de base, por supuesto. Como comentaba, se trata de una fundación de vocación ecologista. Pero no pretende quedarse en un partido "verde", sino ir más allá y tratar de buscar soluciones a los problemas del día a día que nos interesan de una manera más directa y palpable.
Sus propuestas básicas son las siguientes:
- Apuesta por los Derechos Humanos por encima de los intereses económicos y comerciales.
- Paz y desarme
- Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y del Pacto de Estado contra la Pobreza, alcanzando en 2015 el 0,7% para ayuda oficial al desarrollo. Revisión los acuerdos comerciales que empobrecen a los países del sur.
- Desarrollo de una auténtica democracia participativa y prospectiva con máxima transparencia de las actuaciones públicas y tolerancia cero con la corrupción, y reforma electoral para que todos los votos sean equivalentes.
- Cambio de modelo económico y productivo
- Comercio justo y consumo responsable
- Consolidar y completar el estado del bienestar: educación pública universal de calidad, salud en todas las políticas y protección social.
- Democratización de las instituciones financieras internacionales, instauración de la tasa Tobin y eliminación total de los paraísos fiscales.
- Reforma fiscal verde
- Recuperar los derechos laborales
- Fomento de los empleos verdes y las actividades sectoriales emergentes
- Más y mejor Europa
- Cierre de las centrales nucleares
- Nuevo urbanismo con ciudades más compactas y habitables, que generen menos emisiones y residuos: acciones urgentes de lucha contra la contaminación; no a la incineración; pacificación del tráfico, transporte público e implantación de una movilidad sostenible.
- Reforma de los subsidios agrarios y pesqueros
- Protección de los recursos pesqueros
- Planificación hidrológica basada en la sostenibilidad ambiental
- Cumplimiento efectivo de la normativa ambiental
- Legislación para el fin del maltrato a los animales. por parte de las empresas, los particulares y las administraciones públicas y particulares. y en el cumplimiento de la Directiva marco del agua. No a los trasvases. mediante la eliminación de las prácticas destructivas e insostenibles y la creación de reservas marinas. : fomento de la agricultura y la ganadería ecológica, prohibición de los transgénicos y limitación gradual del uso de productos agroquímicos.Desarrollo rural basado en la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales: fomento de los productos locales y artesanales y del turismo rural. . : reorientación de las políticas económicas y financieras de la Unión Europea con el objetivo de mantener y no desmantelar el llamado Estado del Bienestar.Reducción drástica de emisiones y consumo de energía: acuerdo internacional justo, ambicioso y vinculante sobre cambio climático y transición justa hacia un modelo energético 100% renovables. , como las energías renovables, la rehabilitación de edificios y la agricultura ecológica. Igualdad de oportunidades mediante políticas de género que garanticen la igualdad desde las diferencias, superando las barreras que todavía existen para hacerla efectiva. , democratizar la empresa y rendimiento de cuentas sobre su responsabilidad social y ambiental. Reorientar el trabajo haciéndolo compatible con el desarrollo integral de la vida de las personas: conciliación, igualdad de oportunidades y pleno empleo. . Acciones contra el fraude, la economía sumergida y la corrupción. . hacia una economía realmente sostenible, baja en carbono, que reduzca la huella ecológica y tenga por objetivo el bienestar humano y la equidad social. . Resolución pacífica de los conflictos.
Sin duda, una mezcla, a mi entender de política ecológica y social, necesaria para cambiar las cosas en un país en el que las soluciones de siempre facilitadas por los de siempre, ya no tienen cabida.
Por último comentar que para que esta formación pueda presentarse a las elecciones debe cumplir con una serie de requisitos, básicamente avales en cada circunscripción en la que quiera presentar candidatura. Sin embargo, a día de hoy todavía no han sido publicados dichos requisitos. Una prueba más de que los caciques no quieren dejar entrar a nadie en su cortijo.
Por tanto, creo que, olvidando el miedo al resultado electoral, esta formación tiene mi apoyo. Se adapta a la mayor parte de mis planteamientos vitales y sociales y se aparta de los modos y formas de los antiguos partidos y de ismos desfasados, más propios del pasado, mirando hacia delante con una inyección de ilusión renovada heredada de la necesidad de una sociedad más justa y armónica con nuestro medio ambiente y nuestro medio social.
Por ello, para mí Equo, sí.
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