viernes, 30 de marzo de 2012

Y ahora, qué

Y después de la huelga general, qué. Se ha parado una buena parte de la actividad económica del país. Se ha hecho cerrar, se ha destrozado algún escaparate, se ha quemado algún contenedor, se han enfrentado ciudadanos con ciudadanos exasperados por defender sus derechos, de unos y de los otros, conscientes o inconscientes, se ha evidenciado la división social, caminando detrás de diferentes banderas, de distintas siglas, de intereses ¿divergentes? Se ha palpado el miedo, la frustración, la cada vez más profunda brecha entre los que tienen y los que no, entre los de arriba y abajo, derecha e izquierda, tú y yo.
Hoy siguen mandando los de ayer, imponiendo normas cruelmente restrictivas, arrebatándonos derechos que no han sido regalados, que han sido fruto de años, siglos de lucha y sin sabores, de sangre y fuego, de idas y venidas. Y siguen mandando porque la legitimidad se la otorga el hecho de que la gran mayoría de ciudadanos de este Estado decidió el 20 N pasado votar a una formación política que, mediante una incesante campaña del marketing más duro, a través del cuasi monopolio de los medios de comunicación, de los centros de poder económicos y de producción, consiguió hacer creer a un gran número de ciudadanos que ellos eran como nosotros, que compartían nuestros problemas, que ellos eran los divinos enviados mesiánicos ungidos para la liberación de la nación. ¿Y qué le vas a hacer si te lo está diciendo la tele todo el día, no? La culpa, de Zapatero.
Hoy continúan favoreciendo, ya no sólo a los ricos, sino a los corruptos, a los narcos, a los delincuentes, a sus amigos, a todo aquel que se haya reído de nosotros hurtándonos nuestro dinero, ese que no declaró cuando y cuanto debía, ese que a ti, asalariado, te descuentan de tú nómina hoy en mayor cuantía que hace unos meses por el bien de la patria. De su patria.
Qué curiosa coincidencia que al Señor de la Gürtel, precisamente hoy, le rebajen la fianza. Cosas veredes, amigo Sancho.
Mientras, en su feudo Esperanza, sueña con un mundo sin sindicatos, sin perro flautas, sin hospitales ni escuelas públicas. Con limpiar el mal olor y poder convertir en Las Vegas la Plaza Mayor.
Así mismo, Gallardón, adalid de la Justicia, tanto etérea como terrenal, ha creado la oficina estatal de certificación de la hembra ibérica, santa, católica y apostólica, buena madre y esposa ejemplar, dando carpetazo, borrón y cuenta nueva a toda una historia secular de desigualdad, de injusticia para con la mujer. ¿Será una nueva táctica para acabar con el paro? Metiendo a la mujer en casa, tendremos más puestos de trabajo y menos desempleo…, vaya usted a saber si no seré yo mal pensado. Y de paso hacemos como dice el Rosell (el de la CEOE, que está de crecido que un día revienta. Creo que sueña con ser Ministro), cambiamos la forma de contabilizar a los parados y bajamos la tasa de desempleo. Amigos, no es que sea pitoniso, pero….al tiempo.
A aquellos que hablan de que hay que ir despacio porque vamos lejos, decirles que igual muchos nos quedaremos por el camino de tanto andar, de pasar hambre, de tener sed y frío. Que a veces, los atajos están para tomarlos. Que en ocasiones las soluciones para alcanzar algún fin, están en usar medios convencionales.
Así que, ahora qué. La huelga ha sido un principio o un final. A través de este tipo de acciones en la calle exclusivamente, ¿se conseguirá cambiar algo en la práctica?. ¿El ciudadano medio está en posición de mantener una lucha constante, activa o habrá que buscar alguna solución que acorte el camino? Veremos.

jueves, 9 de febrero de 2012

Garzón, ¡indígnese!

En los últimos tiempos los ciudadanos que compartimos esta tierra del extremo sudoccidental europeo, asistimos abochornados a la sucesión de despropósitos judiciales que ponen en evidencia el grado de desintegración de los valores democráticos y de la propia justicia que sufrimos desde hace tiempo. O quizás desde siempre. Independientemente de lo ajustado a Derecho que puedan o no estar las sentencias (y me refiero en este punto, de momento, a la de Camps por los trajes y a la de Garzón por lo de las escuchas a los de los trajes), el hecho es que se pone de manifiesto, una vez más, la larga batalla entre los conceptos de legalidad y justicia, entendida ésta como derecho abstracto y universal inherente tanto a las sociedades como a los individuos. Desde mi modesto entender, para un observador lejano e imparcial debe resultar cuanto menos chocante que, a la vista de lo visto y lo escuchado el amiguito del alma, al que sus propios guardaespaldas, a los que debe o les debemos pagar muy bien, por cierto, le dan 200 euritos ipso facto para pagar un trajecillo que se acaba de comprar, ande como unas castañuelas dando gracias a cuanta imagen oradora se encuentra por el camino y a no faltar mucho reivindicando, su lugar en la política mientras que al Juez, azote de socialistas corruptos y megalómanos peperos, de narcos y terroristas, lo inhabiliten para ejercer la labor que, durante años ha llevado a cabo y que tanto bien ha hecho en la sociedad y tantos poderosos enemigos, por ello, se ha creado. Figura controvertida, desde luego. Seguramente con un ego excesivamente alto. Puede ser. Pero innegablemente, última esperanza de aquellas madres de Arousa que tanto lloraban la muerte de sus hijos a causa de la avaricia de unos cuantos, de los humillados y asesinados por la sin razón de la dictadura pinochetista, y, como no, de la franquista. Y es aquí, hasta donde podríamos llegar. En este país la transición no se ha terminado de hacer, aunque se haya querido vender un idílico tránsito. Y está visto que los perdedores de la guerra, siguen sin tener el derecho que sí han tenido los vencedores: el de, al menos, poder enterrar a sus familiares en un lugar donde puedan ser llorados y recordados por los suyos. Parece que es pedir demasiado ¿Este es el valor de la transición? Sin duda, en el complejo tejido formado por poderes económicos, comunicativos, políticos y judiciales, que gobiernan de facto o en la sombra la sociedad española, siguen mandando los de entonces, que han sabido disfrazar los cambios para que todo siga igual que siempre. Quizás hasta que esta cuestión no sea vista por algún tribunal más allá de nuestras fronteras no tendremos una solución justa al mismo. Está claro que no hemos sabido solucionar nuestros asuntos nosotros solos y quedaría la esperanza de que esa instancia internacional pusiera punto final a una historia inacabada. Si es que esto es posible.
Mientras al Sr. Garzón, le queda todavía que sus excompañeros de profesión se pronuncien en el caso abierto por los nietos de los que dispararon a la gente que ahora se encuentra desperdigada en fosas comunes en cunetas de carreteras o bajo muros de piedra. Vaya panorama.
Tal vez ahora, ciudadano Garzón, liberado de sus obligaciones en la judicatura, no estaría demás que se indignase y siguiera su lucha pero desde una trinchera diferente. Sin olvidar sus asuntos y llevándolos hasta donde haga falta. Porque para los que compartimos una serie de valores en nuestro ideario, tales como la justicia, la libertad, la igualdad, la equidad, para los que consideramos imprescindible cambiar el sistema, pero aprovechándonos de las herramientas que éste permite, para los que no terminamos de encontrar el punto de referencia válido para alcanzar esa finalidad, sería bueno que determinadas personas con peso y calado en la sociedad se involucrasen en proyectos tendentes a este fin.
Sr. Garzón, todo lo peleado hasta ahora, ha servido para mucho. Usted sabe que hay otros caminos para conseguir los objetivos. Le han cerrado uno. Abramos otros. Porque aún nos queda la ilusión de cambiar las cosas.

jueves, 2 de febrero de 2012

Responsables

Ajustes fiscales gravosos para las clases medias, recortes en los derechos adquiridos por las mujeres por la Ley del Aborto, reforma de la educación con el menoscabo de la enseñanza pública en favor de la privada o semiprivada, con eliminación de asignaturas como Educación para la Ciudadanía, por adoctrinar a los jóvenes, como si hubiera algo más alienante que las religiones, recortes en Sanidad, la futura reforma laboral, que, como no ha de ser, que todavía estos valientes no han tenido las narices de aprobar,  resultando por lo menos curioso el hecho de que sabiendo hace meses que iban a salir victoriosos en la cita electoral del 20 N no tuvieran más que diseñada y acordada con sus amigos los empresarios las medidas con las que tendrán a bien obsequiarnos a no ser que se esté esperando a que, por fin a la ¿4ª, 5ª?, el señor Arenas se erija en Califa, y en general parálisis predestructuración del sector público en general. Todas estas son medidas ya tomadas o futuras del nuevo Gobierno del Presidente Rajoy. Que, aunque algunos todavía no se lo crean, porque no lo han visto dando las explicaciones que semejantes latigazos merecerían, y manda a su Soraya del alma a dar la cara, sí, ya es el Presidente del Gobierno. Pues bien, como decía, de todas estas medidas por las que nos tiramos de los pelos en las redes sociales, gritamos con alaridos lastimeros, nos quejamos sin consuelo, ¿tenía alguien la menor duda de que una vez en el Poder iban a ser alguno de los elementos de su línea de gobierno? Se dice que han mentido al electorado porque han aprobado normas contrarias a lo que prometían en su campaña electoral, ¡ja!, qué novedad. Quien no quisiera verlo, es que no quería. Y el hecho de que estén ahí no es algo fortuito. No han brotado por generación espontánea. Es responsabilidad de muchos. Primero, de todos esos millones de ciudadanos que un día perdieron su conciencia de clase o nunca llegaron a tenerla (porque, como bien dice Sampedro “nos educan para ser súbditos, no para pensar libremente) y que con su decisión en forma de sufragio, nos han puesto a los pies de los caballos. Sigo creyendo en la Democracia como la menos mala de las formas de Gobierno, pero algo huele mal cuando ante tu propia cara y ante tus propios oídos te muestran la evidencia del pecado en forma de conversaciones vergonzantes y no sólo absuelves al pecador, sino que mantienes a los mismos para que continúen el expolio de tus maltrechos bolsillos.
Responsables son los partidos de izquierda, incapaces de inculcar en los ciudadanos la importancia de unos valores que, lejos de quedar en el abstracto, deben ser el eje central de la vida política y social de una comunidad.
Qué decir del PSOE, hoy en proceso de refundación, de redireccionarse hacia posiciones de izquierda y por cuyo sillón pelean dos de los actores que ejecutaron al dictado de Merkozy las políticas liberales de las que ahora, reniegan como si la cosa no hubiera ido con ellos. Lástima de partido con 130 años de historia y otrora ejemplo de honradez y lucha por los derechos y libertades.
Responsables los Sindicatos, espectros barrigudos del buen comer, pendientes de no perder sus privilegios sociales y económicos a costa de permitir la sangría de la clase trabajadora.
Responsables, también, ese Movimiento que un 15 de Mayo ilusionó a todo un pueblo con la idea de que juntos podríamos y que, por querer ir despacio porque se quiere ir lejos o por el triunfo de posiciones de carácter anarquizoide en sus sectores más influyentes, decidieron hacer patria del apartidismo y no agarrar el toro por los cuernos y mojarse en un proyecto que muchos hubiéramos seguido con afán. No niego la gran labor en otros muchos aspectos: desde el posibilitar el despertar de una conciencia social común en algunos hasta el activismo en pro de desahuciados y desfavorecidos en general. Sin embargo, sí creo que sería correcto reflexionar sobre la responsabilidad en la consecuencia de los actos o, más bien de las inacciones, al no haber favorecido la articulación o el impulso de alguna organización capaz de enfrentarse a las urnas y llevar al seno de las instituciones las reformas que los trabajadores de este país necesitamos. Hoy, posiblemente, ya sea demasiado tarde para ello.
Así que, ahora, a cada palo le tocará aguantar su vela y a nuestras espaldas, lo que puedan resistir.

viernes, 20 de enero de 2012

MEGAUPLOAD, RIP

Al igual que entraron en Granada, Panamá, Afganistán o Irak, los americanos a los que tanto les gusta eso de tomarse la justicia según a ellos mismos les convenga, irrumpieron en la sede de Megaupload, que habrá que ver a los hombres de Harrelson encañonando cuanto peligroso informático armado de teclado y ratón se movía  por dicho lugar. Parece ser que se han adueñado del derecho a controlar todo aquello que se mueva por Internet y a decidir que es lo que no debe menearse más por la Red. Me pregunto si el siguiente paso será llevar a Guantánamo a todo aquel que se haya bajado una peli o una canción, si actuarán igualmente contra Youtube y juzgarán de manera sumarísima a todo aquel que haya osado ver un vídeo clip. De momento al creador de la página secuestrada ya lo han detenido. No soy un avezado experto en cuestiones relativas al mundo ciberespacial, aunque sí me gusta utilizarlo para lanzar al vuelo quejas, lamentos, cabreos o ideas para compartir con gente que conozco o que no. Así que dentro de mi desconocimiento entiendo que páginas como Megaupload ponen a disposición de los internautas una serie de contenido con la intención de que pueda ser compartido entre ellos. Regresando al mundo físico yo me pregunto si nos cerrarán también las bibliotecas puesto que en ellas podemos encontrar libros que podemos disfrutar sin necesidad de comprarlos. He escuchado a algunos defensores del cierre criticar precisamente el hecho de que se pudiera acceder a creaciones literarias o cinematográficas sin haber pasado por caja y que eso es lo que precisamente haría que el “negocio cultural” terminase por quebrar. Entiendo y defiendo que el trabajo, ya sea físico, ya sea intelectual debe ser remunerado con justicia y habrá que articular mecanismos para asegurar la continuidad del desarrollo de las actividades culturales del tipo que sean. Sin embargo el intervenir en mi derecho de compartir algo con alguien, me resulta más difícil de encajar. ¿Acaso es, o podría llegar a ser, ilegal el utilizar ropa prestada por otra persona? Al fin y al cabo estoy dejando de comprar prendas nuevas y con ello perjudico a la marca que a la ha fabricado y por tanto estaría favoreciendo al hundimiento del sector textil. Se escucha a esa misma gente arremetiendo contra los usuarios de estos sitios al tacharlos de inconscientes insolidarios.  Me gustaría que fueran igual de vehementes contra aquellos artistas que se forran en España y pagan sus impuestos más allá de las fronteras del reino. Es posible que, si consiguiésemos generalizar en la sociedad prácticas como el trueque, la permuta o el préstamo de cosas o tiempo, inventarían alguna excusa para prohibirlas por sediciosas y de esta manera seguir favoreciendo a las grandes empresas y fondos financieros que al fin y a la postre son los que dirigen los hilos de los actuales Estados. En definitiva, lo que me parece grave no es sólo el hecho de impedir compartir el contenido, sino que, en una época de grave crisis económica y social, que se vislumbra, de seguir de este modo, como antesala de un periodo de convulsa agitación social, es que se abra la veda al control y la censura de uno de los últimos reductos de la libertad de expresión que nos queda y, por supuesto, de castigar a quien quiera utilizar Internet como herramienta de lo que siempre ha sido: un cauce de información libre y abierta a todos.

domingo, 15 de enero de 2012

Cuestión De Credibilidad

Mientras el señor Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy anda en sus afanes de podar por encargo de las más altas esferas, que nosotros ¡oh, pobres mortales!, no hemos de saber a ciencia cierta si serán de este o de otro mundo, eso sí, sin asomar mucho las barbas, no vaya a ser que de tanto soltar la tijera se lleve un buen trasquilón, los miembros y miembras del PSOE, se hayan inmersos en el asalto al sillón de la torre más alta desde donde, prevén, dominar las izquierdas huérfanas de las celtíberas tierras. Y es que, después de siete años de gobernar el vetusto Imperio, se dan cuenta que el camino que habían tomado no era el que sus leales deseaban. ¡Vaya!. Y en lugar de remover las bases y promover un verdadero cambio en su organización, resulta que dos de los más destacados del denostado Ejecutivo serán los salvadores ideológicos de los obreros del pueblo español. Será que, como el otro, también habrán tenido visiones místicas reveladoras de las medidas salvadoras. Pelín tarde, digo yo. Así que tanto el uno como la otra dicen querer convertir el antiguo partido socialista en adalid de la modernidad democrática, abriendo listas, permitiendo intervenir en los procesos decisorios a los simpatizantes, es decir haciendo guiños a todo aquello que el 15M exige para las Instituciones y que ellos, mientras han estado en el poder, no han querido escuchar, y que practican otras formaciones como Equo desde su creación. Es una lástima que la marca venda tanto, y que para vender haga falta dinero para explotar un buen marketing, porque, de otra forma, es difícil entender como el PSOE mantiene todavía tantos electores mientras los partidos como Equo pelean sin tener un céntimo por regenerar un sistema político enfermo sin obtener un respaldo más rotundo. En fin. En todo caso, creo que los dirigentes socialistas, no terminan de asimilar que la crisis no ha sido la culpable de que hoy por hoy estén fuera del Gobierno, no sólo del Central, sino de la mayoría de Comunidades, ciudades y pueblos del Estado. La crisis ha sido una oportunidad de demostrar de qué lado están. Han tenido la ocasión de, ante políticas neoliberales a las que les trae al pairo el bienestar social de la mayoría de ciudadanos, mientras se salvaguarden las economías de los poderosos, enfrentar medidas valientes que gravaran a los culpables de la crisis y no a los afectados, que protegiera a los trabajadores y pequeños empresarios y castigara a los sinvergüenzas que, además, se han enriquecido en medio de esta coyuntura provocada en muchos casos por sus ambiciones especulativas. El PSOE ha perdido la oportunidad de ser un verdadero referente para la izquierda. No es creíble que el cambio que dicen necesitar sea abanderado por dos de las personas que han ejecutado las políticas contrarias a lo que ahora pregonan. Necesitan definirse ideológicamente. En primer lugar, si siguen por la senda que mantuvieron durante los últimos años del Gobierno Zapatero, lo que no pueden es continuar intentando convencernos de ser un partido de izquierdas, sencillamente. Si deciden volver a la esencia de lo que sus siglas significan, no veo que sean estas personas las más legitimadas para persuadir de ello a todos aquellos que en las últimas citas electorales buscaron otras alternativas. El señor Rubalcaba y la señora Chacón, así como el señor Zapatero demostraron su laxitud, o su apego al poder, el día en que imponiéndoles desde Europa una serie de medidas contrarias a lo que mandaba, supuestamente su conciencia ideológica, no dieron un puñetazo en la mesa y se marcharon dejando la puerta abierta a que fuera el pueblo el que decidiera si aceptarlas o, costase lo que costase, apostar por darles la espalda y seguir una política de tintes verdaderamente sociales. Pero claro, no vayamos a dar la voz a la plebe, no vaya a ser que nos la líen, ¿verdad? Una lástima que el señor ex –Presidente no tuviera el mismo coraje que cuando hizo salir a las tropas de Irak.
Por tanto, ellos que al fin y al cabo, han sido cómplices y ejecutores de las políticas neoliberales dictadas desde una Europa gobernada en su mayoría por partidos de derecha, ellos que incluso han seguido empeñados en mantener la torpeza de no reformar una ley electoral (cuando han dispuesto de la mayoría para poder hacerlo) injusta y hasta perjudicial para con ellos mismos, como se ha demostrado en las últimas Generales, sólo por la soberbia de creerse el único referente posible para la izquierda y no considerar mejor opción la de permitir el acercamiento de otras opciones más afines ideológicamente de lo que lo el PNV o CiU, ellos no pueden ser las caras que lideren ese cambio ideológico por una simple cuestión de credibilidad. Quizás lo que termine ocurriendo es que los consumidores de la marca PSOE, que todavía siguen siendo fieles a las siglas y sufren con lo que se ha convertido su partido, terminen buscando alguna marca nueva en la que poder depositar la ilusión y la necesidad de defender unos ideales cuyo fin deben ser la igualdad, el bienestar y la justicia social.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Regreso Al Pasado

Una vez que se confirmó la hecatombe del PSOE en las últimas Generales, la derecha pasó a ocupar la mayoría absoluta de las butacas del Congreso. Y con ello los aires de rancio conservadurismo volvieron a soplar por las avenidas, campos y mares de España. Hace un par de días, una de las nuevas Ministras nombradas por el Presidente de Gobierno ya ejerciente, (aunque algo ausente, en mi modesta opinión, ya que si corría tanta prisa por llegar al poder, pidiendo desde hace años elecciones anticipadas, atropellando en tropel junto con los jinetes del Apocalipsis, hoy apóstoles del Señor, a todo el que se les ponía por el camino, podían tener las medidas salvadoras algo más preparadas y no tenernos al borde del infarto, cual película de Hitchcock) Ana Mato, en un momento de desparpajo y desenvoltura verbal, hizo trizas el esfuerzo de muchas mujeres, y hombres, que también los hay, de tratar de desterrar la lacra de la violencia machista. Cuando se ocupan según qué puestos, uno debe saber lo que dice. Y si es así, esta señora sabe lo que dice. Cuando habla de “violencia en el ámbito doméstico”, a mí el pensamiento me retrotrae a aquellos tiempos en los que se hablaba de cosas como “crimen pasional”. La violencia de género es algo tan complejo en cuanto a intrincado en el subconsciente social al ser algo heredado de generación en generación, que los pequeños pasos que se hayan podido ir dando en favor de la concienciación y el castigo penal, y sobre todo social, que se pueda infringir a los vándalos que cometen semejantes atrocidades, deben de cuidarse sobremanera, evitando que se pueda caer en una marcha atrás de fatales consecuencias para toda la sociedad. Si la propia Ministra, que ha tenido la oportunidad de pedir perdón por su error, lo cual hubiera sido magnífico, al entenderse como humano, ningunea “la violencia de género”, qué vamos a pedir a las chicas de 16 que ven como normal que su novio no les deje llevar minifaldas cuando van sin ellos o les controlen sus llamadas y mensajes. Triste comienzo, señora Ministra.
Esto me lleva a reflexionar sobre la posibilidad de que los adalides de la moral sacrosanta cristina apostólica y romana que van a tener el poder absoluto al menos durante los próximos cuatro años (ojo, gracias a la mayoría de mis conciudadanos, electores de esta opción política, que, digo yo, no sabía que tanto pudiente, empresario o aristócrata había en este país, porque, serán estos los que le habrán votado, ¿no? ¿O habrá también de entre los que les voten currantes con contratos basura que esperan que estos se los hagan indefinidos y puedan pedir hipotecas en los bancos que gustosamente se la aceptarán? Pues igual también. ¡Vaya usted a saber!) nos hagan vivir un regreso al pasado. Me refiero a que además de en el tema de la violencia de género, ha habido ciertos asuntos durante los siete años del gobierno de Rodríguez Zapatero, con los que se ha avanzado en materia social o simplemente de convivencia.
Muchos nos preguntamos qué ocurrirá con el tema del tabaco en lugares públicos. ¿Se podrá volver a disfrutar del humo de los cigarrillos en cualquier oficina o sólo en las discotecas? ¿Se le volverá a hinchar el pacho de orgullo patrio a aquel hostelero marbellí al ver sus salones nuevamente repletos de humo? Sería desandar un camino, que quieran o no tendrá que volver a andarse tarde o temprano.
¿Y del matrimonio homosexual? ¿Invalidarán tamaño sacrilegio? ¿Les harán leerse el libro de marras (del cual no voy a comentar ni el nombre, que bastante publicidad ha tenido ya) y luego recitarlo cual lista de los reyes godos?
¿Y lo de la ley del aborto? Cientos y cientos de niñas fornicando por las esquinas sólo para poder abortar sin consentimiento de papá y así joderle, ¡para eso ha valido esta ley! Niñas rojas, claro, que las de bien hacen las cosas como deben  hacerse. Yéndose a Londres, como Dios manda.
Todos estos avances y otros como la “memoria histórica”, la “educación para la ciudadanía”, etc. que han sido atacados, vilipendiados, desairados, descalificados, denigrados, insultados y demás, deberían ser corregidos inmediatamente. Contando con que, no solamente tienen un poder total para poderlo llevar a cabo en lo político, sino a la capacidad propagandística con la que cuentan, ya que las últimas fusiones televisivas nos llevan a que nos veamos obligados, si queremos ver la tele, a optar entre Intereconomía o La Razón, pasando por Popular TV. Menuda papeleta. ¿No os veis en nada volviendo a perseguir suecas por Benidorm mientras habláis como Paco Martínez Soria?
En todo caso hay que contar con la posibilidad de la marcha atrás (que creo también acepta como método anticonceptivo la iglesia católica) y la capacidad camaleonística de la que siempre ha hecho gala la derecha, capaz de apropiarse como suya, la lucha por la conquista de los derechos sociales o abanderar el ecologismo si fuera menester. Cuando en España se aprobaban cosas que hoy vemos tan normales como la ley del divorcio, la primera ley del aborto o simplemente se lanzaban campañas televisivas recomendando (que no obligando) el uso del preservativo en las relaciones sexuales (el famoso póntelo, pónselo), los hoy PP y antiguamente AP invocaban a todos los santos, mártires y vírgenes de la cristiandad anunciando la ruptura de España (les suena esto último, ¿verdad?), y sin embargo, hoy día parece que fueran ellos los gozosos abanderados de tan grandes conquistas. Y lo que es peor, son capaces de hacérselo creer a la gente y además de que la gente se lo crea.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La Nueva Era

Y como guinda fatal del pastel de un año aciago, lo que temíamos ocurrió. La derecha oficial de este país alcanza la mayoría absoluta en unas generales en las que el PSOE visita el semisótano de los infiernos electorales. El grado de poder alcanzado por el PP, al sumar al Gobierno central la mayoría de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos es el mayor desde que se murió el otro gallego. Lo primero que me gustaría resaltar del traspaso de poderes son esas imágenes en las que los nuevos ministros toman posesión de sus cargos pronunciando solemnes discursos en presencia de sus antecesores, ayer  enemigos acérrimos, soldado fajadores del cuerpo a cuerpo en la trinchera parlamentaria, y hoy amigos de toda la vida a los que tendrán cuidado de no defraudar. No es que vea preferible el agrio insulto a la dialéctica de la razón, pero es llamativo el ver como aquellos que antes se proferían los más serios insultos, las más duras descalificaciones, se abrazan, se besan, se desean toda clase de parabienes. Será la Navidad. O será una clara muestra del paripé de lo que algunos denunciamos: Estamos en manos de un bipartidismo teórico que no es más que la cara y la cruz de una misma moneda.
Lo segundo a destacar es la inclusión en el Gobierno de antiguos miembros de bancos de infausto recuerdo, de quebrada memoria, del pistoletazo de salida de una crisis que intuyo más grave en cuanto a lo que significa de ruptura y casi desaparición de ideales, de un sistema que creíamos manejar, que se suponía garante de nuestro bienestar común por encima de lo individual. Ahora ya tenemos nuestros tecnócratas, aunque a estos, al menos, los han elegido una mayoría de electores.
No sólo eso, sino que incluso, sin cortarse lo más mínimo el Ministro de Defensa viene directamente de una empresa privada del sector armamentístico. Un entendido en la materia, dirán algunos. Un amigo, dirán otros.
No es de extrañar los abrazos del señor Rosell (el de la CEOE), dejándose la piel en meter los codos para dar sus parabienes a los nuevos ministros del Reino ni su sonrisa de mandíbula floja, feliz por la cascada de medidas que el nuevo Ejecutivo tendrá a bien obsequiarnos para ahorrar los más de 16.000 millones de € que han de recortar por culpa de lo gastones que somos los desagradecidos mileuristas de a pie, los vagos funcionarios o el incordio de pensionistas, minusválidos y demás chupópteros y viles desalmados que poblamos este santo país. (Por cierto, no sé por qué, me acaba de venir a la memoria el nombre de Gerardo Díaz Ferrán, ¿alguien se acuerda de él?).
Porque lo triste del caso es que al final somos los obreros (sí, volvemos a echar mano de conceptos marxistas, ¡hay que joderse!) los que terminamos pagando los platos rotos y hasta la vajilla de plata.
Así pues, el nuevo comando salvador de las cuentas del Estado viene tijera, segadora, rebarbadora, y demás instrumento cortante que tenga a mano para dejar los campos más limpios que una patena. Eso sí, de ajustarle el cinturón a Amancio Ortega y demás prohombres de nuestra sociedad de consumo, ni palabra. Tampoco de meter mano al cachondeo fiscal imperante en cualquier actividad profesional o empresarial que se precie.
El caso es que el otro día, estando yo en el dentista, me dije –joder, para esta gente no debe haber crisis, porque la consulta está a tope. También pensé que esto sería como todo: a unos mejor que a otros. Cuando me marchaba, y después de haber sufrido los dos empastes de rigor, la recepcionista me dice que son 100 €. Saco el dinero de la cartera y se los entrego, junto con un ligero dolor entre el pecho y el estómago. Con la misma, salgo de la consulta y me doy cuenta de que ni me han dado ni yo he pedido factura o justificante alguno por el servicio realizado. Total, no la puedo desgravar y los dentistas están exentos de IVA. Pero me da por hacer unas cuentas rápidas, a bote pronto: pongamos, no sé, 20 pacientes al día, seguramente más, pero bueno, dejémoslo en 20 teniendo en cuenta que, como en esta consulta son varios profesionales trabajando. A 100 € de media, son 2.000 € al día. Pongamos 23 días de trabajo al mes, total 46.000 € al mes. Independientemente de otros impuestos, imaginemos, que sí generaran IVA. Pongamos un tipo reducido del 7 % por tratarse de un servicio de tipo sanitario. El resultado sería una cantidad de IVA de unos 3.000 € al mes. Tengo entendido que en España hay más de 20.000 odontólogos. Cogiendo sólo la mitad y reduciendo a cero la otra, tendríamos que 10.000 profesionales de la odontología, generando al mes 3.000 € de IVA, supondría una cantidad mensual de 30.000.000 de €, lo que supondría en un año, la nada despreciable cifra de 360.000.000 de €. Alguien podría decir, sí pero al final lo repercutirían sobre el paciente, como todo. Sí pero otro también podría contestar, vamos a tarificar servicios y a inspeccionar su cumplimiento.
Esto es sólo un ejemplo en un caso muy concreto, pero haciendo una extrapolación y un control exhaustivo de la mayoría de las actividades profesionales y empresariales obtendríamos una generación de ingresos realmente más eficiente y sobre todo más equitativa.
Más que recortes, que también, lo que hay que hacer es gestionar con eficacia los recursos y sobre todo con honradez. Y como este valor parece que ha desaparecido, si alguna vez lo hemos tenido, de la esencia misma del ser humano, habrá que reforzar los mecanismos de control sobre los directores y gestores de las administraciones públicas y cortar las manos a todos aquellos que la tengas demasiado largas.
A este respecto comentar lo frustrante que es ver como tantos ciudadanos son capaces de seguir manteniendo en el Gobierno a presuntos delincuentes. Ya no se trata de simples trajes, sino de complejas redes de amiguismo que van desde sastres de almacén a yernos de monarcas. No hay que obviar que los responsables últimos de que esta presunta gentuza robe a la vista de los ojos de la gente, con más descaro que estilo, es de los mismos ciudadanos. Qué imprescindible se hace la educación, esa con la que quieren a acabar, para poder avivar el sentimiento crítico del pueblo. Hace falta mucha más literatura y menos ruta del bakalao.
Siguiendo con el tema de los recortes, comentar que si continúan por la senda de aplicar la técnica del torniquete a los gaznates de los trabajadores, habrá un momento en que dejará de apretar y terminará ahogando. Y para eso no falta mucho. Cinco millones de parados y algunos iluminados proponen abaratar el despido. ¿Se tratará de conseguir llegar al pleno desempleo? Con más parados, muchos ya quedándose sin prestación ni subsidio, con sueldos más bajos los que continúan trabajando o tienen que agarrarse a lo que les dan, el problema de que los bancos no den crédito dejará de tener importancia. Nadie podrá ir a pedirlo. Con la desaparición en la práctica del contrato indefinido y las posibles nuevas medidas que, a partir del día 30 pongan en vigor los modernos salvadores patrios, para conceder una hipoteca, los bancos van a pedir el aval de hasta el alcalde de su pueblo. Eso sí, ellos a lo suyo. Que el BCE les deja pasta al 1 % para hacerla circular, pues nada, mejor compramos deuda previamente inflada de manera especulativa de algún país de estos que está en crisis que nos la pagan al 5-6 % que tenemos muchos gastos. Que luego hay que cubrir las pensiones de nuestros directivos, y estos no encuentran cinturones con los que apretar esas barrigas tan dilatadas.
Para acabar con este desahogo de lo que se nos viene encima mencionar que, si antiguamente utilizaban la lobotomía para meter en vereda a aquel pobre desgraciado que, tuviera o no problemas psíquicos, cayera en manos del doctor Frankestein de turno, hoy se estila usar la televisión. Y para uniformar nuestras mentes, de por sí homogeneizadas por efecto de los mass media, nada mejor que fusionarlas todas en una especie de fuente de monopensamiento ultra conservador, no vaya a ser que a alguien se le ocurra seguir dando cobertura a los perro flautas esos que pegan a los pobres policías que cumplen con su labor de sacar, por orden del banco, a las familias que han dejado de pagar sus casas por haber querido vivir por encima de sus posibilidades.