miércoles, 24 de agosto de 2011

Referéndum

Resulta que desde hace años, a muchos ciudadanos nos gustaría que algunos aspectos de nuestra Constitución fueran modificados o por lo menos que se nos preguntara al respecto para saber nuestra opinión sobre una norma que es pilar básico de nuestro sistema político y por tanto de nuestra convivencia democrática. Sin embargo, los políticos en general nunca lo han permitido. Aspectos como la ley electoral, tan injusta como que el voto de más de un millón de españoles tenga menos peso en el Parlamento que el de 300.000 electores de alguna comunidad autónoma, o la reforma del Senado, para que tenga un valor efectivo y pueda ser, ésta sí, la Cámara de representación Autonómica con unas competencias claras y eficaces, o no digamos la posibilidad de cambiar el anacrónico sistema monárquico por un más eficiente sistema republicano. Estos son algunos ejemplos, aunque seguramente habrá otros igual o más importantes. Ahora y al igual que la anterior y única reforma llevada a cabo en nuestra Carta Magna se realiza con nocturnidad, alevosía y europeidad. Ya que si en la anterior ocasión se trataba de aumentar los derechos de los ciudadanos comunitarios haciendo posible su inclusión en las listas electorales municipales, ahora se trata de poner un techo a la capacidad de endeudarse de las administraciones públicas. Y en ambos casos sin llevar a cabo un Referéndum en el que se le pregunte al pueblo si quiere o no modificar la llamada Norma Fundamental de nuestro Ordenamiento Jurídico. E independientemente de la necesidad, oportunidad o interés que puedan o no tener estas modificaciones mi reflexión, en este momento es otra. Siempre que se ha tratado de poner sobre la mesa la posibilidad de llevar a cabo un cambio en la Constitución del 78, se alega la rigidez del sistema de reforma constitucional como una de las causas para no llevarlas a cabo. Que si es muy difícil, muy farragoso. Y una leche!! Queda en evidencia que querer es poder y cuando interesa, se puede. PPSOE han decidido que esto les interesa para seguir manteniendo el oligopolio parlamentario y que el resto de cuestiones pues, como que no.
Quiero llamar la atención a los miembros, militantes, simpatizantes, acampados y demás fauna de la que pululamos y me incluyo, en torno a esa utopía del 15 M. Entre muchos de vosotros está extendida la idea de que otra forma de organización política es posible. Un sistema horizontal de toma de decisiones en el que las asambleas proponen y aprueban cuestiones que luego se tratan de llevar a instancias oficiales para que las tomen en consideración. Se sueña con la idea de que lo que es de interés superior de la ciudadanía se ratifique o se apruebe en referéndum. Pues bien, ya veis que ni siquiera para una reforma de la Constitución se nos va a preguntar. Por qué? Porque les da igual. Ellos deciden lo que está bien o no. Lo que nos conviene o no. Tal como se han ido desarrollando los acontecimientos la imagen del Movimiento se ha ido deteriorando y desconectando de la mayoría de la ciudadanía, que, en un principio, simpatizó con él. Hay que pensar que en España vivimos más de 40 millones de españoles, los cuales, no todos tienen acceso a Internet, no son participantes de Asambleas o no tienen la misma capacidad intelectual o cultural. Sin embargo sí tienen derechos inviolables. Y entre ellos el derecho a elegir lo que creen que más les conviene. Y la única forma de hacerlo es a través del voto.
Dicho esto, pienso que hay dos maneras de cambiar el sistema. La primera, violenta, revolucionaria. Al estilo de lo que está ocurriendo con los países árabes. Esta es la manera que queremos hacer las cosas? Yo, rotundamente no.
La segunda sería alcanzando el poder aprovechando los mecanismos que permite el sistema. Sé que hablar de Partidos Políticos en algunos foros en donde prevalecen las posturas oficialistas del Movimiento 15 M es clamar en el desierto. Se ha discutido este asunto en numerosas ocasiones. Que a quienes defendemos esta opción se nos tacha incluso en ocasiones de topos. Este mismo blog ha sido modificado en su denominación para no herir sensibilidades, lo cual, no sé si ha sido un acierto o no. Pero es que tenemos que quitarnos la venda de los ojos. Esta forma de hacer las cosas crea cierta opinión pública. Pero no alcanza objetivos palpables. El PP siempre ha visto el Movimiento con desdén y en el PSOE ese primer "estar al tanto de lo que pasa" ha dejado paso al soltar las Fuerzas de Seguridad del Estado para que ejerzan la coacción necesaria para sacar a la gente de la calle. Y ello por que han visto que lo que empieza a ser políticamente correcto es el dar palos a los "perroflautas". El Movimiento está desconectando de la ciudadanía media.
Por otro lado, se propone que en las próximas generales, se vote en blanco o haciendo que el sufragio sea nulo o simplemente la abstención. Qué resultado práctico va a tener esto? Pues, si hacemos un examen de conciencia y dejamos el corazón y los hígados a un lado, el resultado va a ser que nuevamente uno de los dos partidos de siempre va a salir triunfador. Y ojo tendremos nuestra responsabilidad. Todos. Porque si esto es todo lo que tenemos que aportar a la sociedad, es insuficiente. Creemos en serio que la mayoría de los ciudadanos van a preferir votar en negativo? Y aunque así fuese. Siempre habrá gente que vote. Y siempre saldrá beneficiado alguno de los dos partido de la bicefalia.
Tanto si es por la vía de la creación de un nuevo partido político (cuya oportunidad, creo sinceramente que se ha perdido y ya no tendría el efecto que se hubiese podido conseguir en su momento) como por el apoyo masivo a una opción política diferente a las dos preponderantes, en la que poder integrarse y tratar de llevar a cabo de una manera efectiva nuestras reivindicaciones, el camino sería complicado. No nos equivoquemos, sería prácticamente imposible ser la fuerza más votada del Estado. Pero sí que hay mucha gente que desea que las cosas se hagan de otra manera y que están dispuestas a expresar su descontento apoyando con su voto otra forma de hacer política y por ende de tratar de cambiar el sistema desde dentro de un sistema democrático herido, pero no vencido. Pero todo el trabajo hecho hasta ahora no ha sido en vano por lo que sería aprovechable. Pero o empezamos a pensar de un modo práctico o todos seremos responsables de que PPSOE vuelva a gobernarnos otros cuatro años más.

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