viernes, 18 de enero de 2013

¿Todos Somos Iguales?


El pueblo tiene miedo porque escucha la voz de los tiranos y se la cree. Porque es más cómodo agachar la cabeza que plantarle cara a la verdad. Por eso, no tenemos las agallas suficientes para cambiar el sistema de arriba abajo y de condenar en juicio sumarísimo al más perpetuo de los destierros, a la soledad más mezquina, a la ignominia, la vergüenza, al descrédito más absoluto a todos los que, bajo el pretexto de gobernarnos, nos han explotado y expoliado impunemente.
La Justicia, dirigida por las mismas élites a las que pertenecen, ha permanecido ciega, impávida ante los atroces abusos que todos conocíamos pero que a pocos parece que interesaba sacar a la luz. Estos últimos movimientos en los que parece que algo está cambiando, me temo no serán más que otro ejemplo de aquella idea que alguien expresó y que define perfectamente lo que ha sido el devenir de la dialéctica histórica, “algo debe cambiar para que todo siga igual”. Y si no, ya veremos cuántos de éstos que ahora mismo salen en las primeras planas de los periódicos pagan por sus fechorías y cuántos no caerán en el olvido del silencio culpable de los mass media.
Debemos ser patriotas, nos exigen (de unas patrias y de otras, da igual), aceptar los recortes, los ajustes, los ahogos, los robos, por el bien de la Patria. Debemos trabajar más y cobrar menos, seguir el modelo de los chinos, por el bien de la Patria. Debemos ser tan patriotas como Camps, Méndez, Castellanos, Rato, Baltar, Bárcenas, Matas, Fabra, Díaz Ferrán. Debemos ser éticos y estéticos, patrióticamente educados, como Güemes, González(don Felipe), Aznar, y no molestar con nuestros gritos y nuestros lamentos que tanto desagradan a los señoras y señores de bien, y tanto ensucian nuestras calles y nuestra imagen internacional, llenando los telediarios y la prensa allende nuestras fronteras con incómodos contenedores humeantes apestando a basura.
Y lo peor es que, seguramente nos lo merezcamos. Cuando nos dicen que la política es el problema, que todos son iguales, lo que tratan de conseguir es infectar con el virus de la inacción a las masas ciudadanas para conseguir mantener sentados sus culos sobre sus lustrosas poltronas. Tratan de crear la desconfianza hacia el vecino, el compañero, el amigo. Todos son iguales. Todos somos iguales. Y lo consiguen.
Quizás el día que perdimos la fe, la verdadera, aquella certeza en la existencia de una diferencia de clases real, palpable e insuperable, perdimos la batalla. Quizás el día que nos demos cuenta que la política no es el problema, sino la solución, que las fronteras no son transversales, sino de arriba abajo y de abajo a arriba, que no todos somos iguales y además, deben tenerlo claro, quizás ese día la soberanía regrese a las manos del pueblo.

4 comentarios:

  1. No,no es igual el ladrón de cuello blanco que el ladrón del tirón, no es igual el consejero de sanidad quintacolumnista privatizador de lo público que la ayudante de de enfermería que sale en las mareas, no es lo mismo el terrateniente que el pequeño agricultor, no es lo mismo la cúpula directiva de Telefónica (que horror) que el que regenta la tienda Movistar, etc. etc., siendo desiguales nos asisten los mismos derechos...teóricamente

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  2. Hola Iago, para darte una información de acción de varios integrantes del 15M, contacta con nosotros en el correo lobomarsupial@gmail.com.
    Saludos
    leon
    Un 15M

    (Todo el que se considere un integrante del movimiento 15M, puede utilizar el correo reseñado)

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  3. Porque es más cómodo agachar la cabeza que plantarle cara a la verdad, no solo más cómodo, mas practico, mas mejor. eso es lo que siempre dicen, por hay no.

    http://carcelesmarruecos.blogspot.com/

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